Los días de la semana son siete, domingo, lunes, martes, miércoles, jueves, viernes y sábado. Mi abuelita María viene a mi casa los sábados. Mi papá y mi mamá la van a buscar. Vive muy lejos y ella no tiene carro ni sabe manejar. Mi abuelita María es bonita y viejita, pero sabe cocinar y hace unas galletas tan sabrosas que me hacen babear. Ella viene con un plato lleno de galletas para todos en casa, pero a mi me trae las galletas en una bolsa de plástico, son todas para mi. Nadie me las puede quitar.

Mi abuelita María canta muy bonito, me canta canciones que me gustan mucho, la más qué me gusta es la del barquito. A veces me duermo oyendola cantar, pero otras veces ella es la que se duerme, y yo la tengo que despertar. Me lee muchos cuentos, el más que me gusta es el de los tres ositos. A veces me duermo con sus cuentos, pero como siempre, ella se duerme primero que yo. "No estaba dormida me dice, estaba soñando contigo. En mis sueños te veía cuando eras bebé y llorabas mucho".

Mi abuelita María me toma en sus brazos, me da caricias, y muchos besitos. Me cuida tanto como si yo fuera de cristal. Mi papá y mi mamá se rien, pero a mi no me gusta, porque no me deja solo ni por un minuto. Mi abuelita me dice que aún soy chiquito, pero ya tengo cinco años y voy a la escuela con mis amiguitos. Mi abuelita dice que debo aprender mucho.

Mi abuelita María le gusta cocinar, pero papá no la deja, ni tampoco mi mamá. Mi abuelita se pone triste y yo me pongo a llorar. Mis papás me dicen, ella vino a visitar, pero cuando su casa visitemos, ella cocinara. A mi me gusta ir a su casa, porque ella no me obliga a comer como hace papá. Ella me da todo lo que quiero, a mi mamá le parece muy mal.

Mi abuelita María se queda en mi casa en la navidad. Gozamos mucho y me trae muchas cosas que Santa Claus dejó en su casa para mi, papá y mamá. A mi abuelita María le gusta jugar conmigo, yo corro muy de prisa, ella se cansa y se tira en el piso. Mi abuelita María baila muy bien. Yo sé bailar también, bailo con ella, bailo con mamá. Mi papá nos mira y se ríe sin parar. Ella sigue bailando hasta que se cae en el sofá de cansancio.

Estoy muy triste hoy sábado. mi abuelita no va a venir con sus galletitas. Está un poco enfermita, eso dice mi mamá y mi papá. Se quedará en su casa, pero la vamos a visitar. Cuando la veo triste en su cama, yo me pongo a llorar. Quiero mucho a mi abuelita, la quiero ver caminar. No quiero que se enferme, quiero qué baile, que cante, que me cuente un cuento y que corra hasta cansarse.

Mi abuelita María ya no puede caminar. Sonrie cuando me ve llorar y con un beso seca mis lágrimas. Despues me abraza fuerte y me dice, "Cuando tú seas viejo serás como yo, algún día también te cansaras y no podrás ni correr ni bailar. Los viejos ya no servimos para nada. Pero de quererte no me cansaré, te seguire amando mucho por más enferma qué éste. Dime ángelito, ¿cómo te quiere tu abuelita?" Mire a mi abuelita María, también miré al cielo, y le dije llorando mucho, "Tú me quieres hasta las estrellas, yo te quiero hasta más lejos qué el sol y las nubes". Mi abuelita se tiene que curar, porque entonces,¿quién me va a hornear las galletas tan buenas que mi abuelita solo sabe hacer?.